En el caso de las impresoras, la mayor parte de la optimización se realiza por medio del software suministrado con los controladores.

Las siguientes herramientas optimizan el rendimiento:

Las impresoras se calibran con el controlador de impresión. La calibración permite asegurar que los cabezales de impresión estén alineados y que puedan imprimir en distintos tipos de medios, como tarjetas numeradas, papel fotográfico y discos ópticos. Algunos cabezales de impresión de inyección de tinta están incorporados en los cartuchos, por lo que se debe volver a calibrar la impresora cada vez que se cambia un cartucho.