A diferencia de las computadoras portátiles, los dispositivos móviles no tienen partes que admitan el servicio de campo. Los dispositivos móviles constan de varios componentes compactos integrados en una sola unidad. Cuando un dispositivo móvil no funciona correctamente, se lo suele enviar al fabricante para su reparación o reemplazo. Por lo general, si el dispositivo todavía está en garantía, es posible devolverlo al lugar donde se lo adquirió y obtener otro a cambio.

A menudo, los dispositivos móviles rotos se deben enviar al fabricante para su reparación o reemplazo. Existen varios sitios Web en los que se ofrecen partes e instrucciones para reparar dispositivos móviles, incluso pantallas táctiles, cristal delantero o trasero y baterías. La instalación de partes que no provengan del fabricante anula la garantía y podría dañar el dispositivo. Por ejemplo, la batería de un iPhone, como la que se muestra en la Figura 1, no debe reemplazarse por una batería que no provenga de Apple. Si se instala una batería de reemplazo que no cumple con las especificaciones eléctricas exactas del teléfono, este podría sufrir un cortocircuito o una sobrecarga y quedar inutilizable.

Los dispositivos móviles no tienen partes de servicio de campo, pero tienen algunas que admiten el reemplazo de campo: