La fibra óptica es un medio de vidrio o plástico que transmite información mediante el uso de luz. El cable de fibra óptica posee una o más fibras ópticas cubiertas por un revestimiento, como se muestra en la ilustración. Debido a que utiliza luz para transmitir señales, el cable de fibra óptica no se ve afectado por la EMI ni por la RFI. Todas las señales se convierten en pulsos de luz cuando ingresan al cable y se convierten en señales eléctricas cuando salen de este. Esto significa que el cable de fibra óptica puede entregar señales que son más claras, puede recorrer una mayor distancia y tiene un mayor ancho de banda que el cable de cobre o de otros metales.

Los cables de fibra óptica pueden alcanzar distancias de varias millas o kilómetros antes de que se deba regenerar la señal. Los láseres o diodos emisores de luz (LED) generan pulsos de luz que se utilizan para representar los datos transmitidos como bits en los medios. El ancho de banda alcanza velocidades de 100 GB/s y aumenta a medida que se desarrollan y adoptan estándares.

La velocidad de los datos transmitidos mediante un cable de fibra óptica se ve limitada por los dispositivos conectados al cable, así como por las impurezas dentro del cable de fibra. Los dispositivos electrónicos semiconductores, denominados “fotodiodos”, detectan los pulsos de luz y los convierten en voltajes que pueden reconstruirse en tramas de datos.

El cable de fibra óptica, por lo general, es más costoso que el de cobre, y los conectores son más costosos y más difíciles de ensamblar. Los conectores comunes para redes de fibra óptica son los siguientes:

Estos tres tipos de conectores de fibra óptica son simplex, lo que permite que los datos se desplacen solo en una dirección. Por lo tanto, se necesitan dos cables para que los datos se desplacen en ambas direcciones.

Existen dos tipos de cable de fibra óptica de vidrio: