En una red punto a punto, no hay servidores dedicados ni jerarquía entre las PC. Cada dispositivo, también denominado “cliente”, tiene capacidades y responsabilidades equivalentes. Los usuarios individuales son responsables de sus propios recursos y pueden decidir qué datos y dispositivos compartir o instalar. Dado que los usuarios individuales son responsables de los recursos de sus propias PC, la red no tiene un punto central de control o administración.
Las redes punto a punto funcionan mejor en entornos con diez PC o menos. Las redes punto a punto también pueden existir dentro de redes más grandes. Incluso en una red cliente extensa, los usuarios pueden compartir recursos directamente con otros usuarios sin utilizar un servidor de red. Si tiene más de una PC en el hogar, puede configurar una red punto a punto. Puede compartir archivos con otras PC, enviar mensajes entre PC e imprimir documentos con una impresora compartida.
Las redes punto a punto tienen varias desventajas:
- No existe una administración de red centralizada, lo que hace difícil determinar quién controla los recursos en la red.
- No hay seguridad centralizada. Cada PC debe utilizar medidas de seguridad independientes para obtener protección de datos.
- La red se vuelve más compleja y difícil de administrar a medida que aumenta la cantidad de PC en ella.
- Es posible que no haya un almacenamiento de datos centralizado. Se deben mantener copias de seguridad de datos por separado, y dicha responsabilidad recae en los usuarios individuales.